Símbolo de tantas cosas desde un remoto pasado que se extiende hasta nuestros días, la figura de la serpiente se ha empleado como expresión de la fertilidad en culturas primigenias, como representación del ciclo cuasi-eterno de reencarnaciones contenido en la Rueda del Samsara del budismo, como imagen de la energía sexual en la Gnosis, como emblema del mal y del engaño en la tradición católica, y causante de tanta fascinación en algunos como de repulsión en otros.

Desde Godino Joyas nos hacemos eco de esta fascinación y creamos estos pendientes, espectaculares, con una magnifica caída y un agradable balanceo que pretenden atrapar toda la luz y conseguir un juego de brillos intensos en continuo contraste con los tenues reflejos del lustre de las mejores perlas del mundo, para manifestar esa sensualidad innata en muchas de nosotras, mostrada en las suaves curvas de oro blanco mientras rodea la perla, descendiendo de forma armónica, con una cadencia estudiada y lenta, y que, en los dos pequeños rubíes de rojo intenso de los ojos, sugiere la pasión profunda que subyace bajo todo ese movimiento sensual.